Se definen como la meta que se debe alcanzar en la fase inicial del crecimiento, es decir, los infantes desarrollan una serie de habilidades o destrezas a nivel físico, cognitivo y socio-afectivo. De manera paulatina, estas experiencias les permiten completar su desarrollo psicomotor.
Es
muy importante que los padres y familia comprendan que los hitos son
principalmente una orientación estándar y que no deben alarmarse si sus hijos
no cumplen con todas las pericias descritas. Los niños pueden tener distintos
tiempos para desarrollarse, los plazos no son exactos. Sin embargo, hay algunos
hitos que se deben cumplir en cierto tiempo. Si estos no se alcanzan, se
consideran signos de alerta.
A lo largo de su
crecimiento, nuestros hijos adquieren
progresivamente las distintas habilidades o destrezas que les permiten
completar su desarrollo a todos los niveles. Los niños pueden obtener este tipo de
habilidades con mayor o menor prontitud que otros en función de sus circunstancias específicas sin que, a priori,
esto resulte un problema. Por
lo tanto, un bebé que no presente
problemas en su desarrollo irá alcanzando estos hitos por si mismo cuando esté
preparado. Debemos respetar su
ritmo y dejar a un lado las comparaciones con otros niños de su misma
edad.
Dicho esto,
podemos y debemos acompañar a nuestro hijo en sus distintas etapas de
desarrollo mediante el juego, Siempre que se encuentre en un entorno controlado y
supervisado por un adulto, el suelo una
herramienta de desarrollo fundamental que le permite libertad de movimiento. Se puede como recurso optar por colchonetas o
mantas de actividades en las que nuestro hijo juegue y pueda
aprender a desenvolverse. Del mismo modo, la cama no es una superficie
recomendable por su falta de inestabilidad.
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